Clara Martinez Ferrario: polista, veterinaria y criadora de bovinos


Linda entrevista con Clara Martinez Ferrario, la argentina de 26 años que divide su vida entre sus dos pasiones: el polo y el campo. Mientras define equipo para jugar el Abierto Femenino, la reconocida jugadora con gran carisma, conversó con PrensaPolo sobre su vida ligada a la ganadería y su amor por el polo.

¿Qué es de tu vida ahora?¿Dónde estás?
Ahora estoy en Colombia porque me invitaron a jugar la Pink Polo. Es el tercer año que vengo, así que estoy muy contenta.

Estudiaste veterinaria, ¿ejercés actualmente?
Estoy estudiando, terminé de cursar en el 2021 y fui rindiendo finales que me quedaron acumulados por la pandemia. Me quedan rendir tres, pero no es algo que me estrese. Probablemente, en el verano, cuando esté libre, los rinda. Desde que arranqué la carrera a la par siempre trabajé en El Amargo, aunque empecé de a poco, fue progresivo.

¿Cómo surgió El Amargo y la cría de bovinos de raza Braford?
Mi papá compró el campo junto con la liquidación de una cabaña en el 91’ y desde entonces mi familia se dedica a la cabaña.

¿Qué tareas se realizan en El Amargo?
Es un campo mixto, es decir que se realiza agricultura y ganadería en sinergia. En cuanto a la ganadería, producimos Braford de alto valor genético que luego vendemos en nuestro remate anual todos los años. A su vez, asistimos a distintas exposiciones rurales con nuestros ejemplares, principalmente por todo el norte del país y Buenos Aires.

¿Cómo viviste tu infancia en este ambiente?
Fue muy linda. Yo me crié en Buenos Aires, fui al colegio San Miguel, pero siempre viajábamos. Todos mis recuerdos de la infancia son del campo.

Sos la menor de 6 hermanos, ¿ellos también se involucran en este rubro?
Yo soy la menor de seis hermanos. Junto con mi hermano Felipe, que somos los dos más chicos, fuimos los que más nos criamos en la cabaña porque cuando mi papá la compró mis otros hermanos ya eran más grandes y no lo vivieron tan de chicos. Creo que por eso Felipe y yo somos los que más estamos en el campo con la ganadería.

¿Cuál es el trabajo detrás de presentar animales en exposiciones?
Es un mundo totalmente distinto al polo. Yo participo del seguimiento en la preparación de los animales que van a exposición y la presentación de los mismos. Detrás de eso hay mucho trabajo. Es como la cría de caballos, el que ve al caballo presentándose en Palermo o jugando, detrás hay un gran proceso con millones de personas involucradas. Nosotros tenemos un equipo de trabajo muy grande y muy lindo que nos permite a Felipe y a mí poder jugar al polo.

¿ Hay otras mujeres que presentan?
Sí, hay mujeres que presentan, pero no se estila tanto. Como pasaba antes en el polo, no había tantas mujeres jugando y ahora el polo femenino es todo un mundo. Yo creo que en un par de años van a haber más mujeres presentando y va a ser super normal. Es por un tema cultural, antes la mujer no estaba en la ganadería y hoy un montón de mujeres están involucradas. Creo que con el tiempo las mujeres van a tener más presencia.

¿Cómo incursionaste en el mundo del polo?
No somos de familia del polo. Gracias a mi tío Félix Crespo, mi hermano Ezequiel se metió en el polo, después a Felipe también le gustó y yo empecé a jugar al polo en el 2017.

¿Cómo dividís tu rutina entre estas tareas y el polo?
Ahora en temporada grande abandono un poco el campo, pero en septiembre, probablemente, vamos a llevar una exposición. Ahora estoy en Colombia, cuando vuelva tengo que ver los caballos que tengo en Buenos Airepara ponerlos a punto para la temporada, después ir al campo para organizar la próxima exposición. Ya en octubre y noviembre me enfoco 100% en la rutina del polo.

Jugaste el Abierto Femenino en dos ocasiones, ¿cómo viviste esas experiencias?
Sí, jugué el primer año para La Ensenada y el segundo para Wolfpack Polo. Es una gran experiencia porque te probás contra las mejores y eso te permite nivelarte. Además, está buenísimo porque aprendés un montón. Desde que arranqué a jugar el Abierto los caballos los cuido distinto y también cambia la perspectiva de juego. Aprendo un montón. Igualmente, siempre hay nervios porque sé lo que significa y todo el trabajo que hay detrás. Para poder jugar el Abierto hay mucho laburo de fondo, saber eso creo que me hace sentir más ansiosa.

¿Cómo te organizas con los caballos para jugar?
De mi familia somos tres los que jugamos al polo. Yo tengo mi organización y soy la que la maneja. Mis dos hermanos me ayudaron un montón a conseguir mis caballos. Cada tanto me pasan, pero yo tengo mi organización. Generalmente, juego con mis caballos, pero si me faltan algunos, mis hermanos me pasan. Me ayudan mucho, yo les debo todo a ellos y a mis padres.

Por Malena Dos Santos
Fotos cedidas por la jugadora

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