La Queen Elizabeth II Cup en palabras de Amalia Sáenz

La Queen Elizabeth II Cup llega al Hurlingham Club para jugar su segunda edición. Inspirado por la Reina inglesa Elizabeth II, amante de los caballos, este torneo busca dejar huella en el polo femenino, presentandose como un torneo que combina tradición y juego, con el empoderamiento de las mujeres en el deporte.

Conversamos con Amalia Sáenz, quien lidera este proyecto junto a Jazmín Trotz, para conocer acerca del origen del proyecto, su influencia en el polo femenino tanto a nivel local como internacional, y los objetivos planteados para las canchas del Hurlingham Club.

Sección auspiciada por Advanta Semillas



¿Qué te inspiró a rendir homenaje a la reina Elizabeth II?

A partir del fallecimiento de la Reina Elizabeth II, siento que muchas nos vimos reflejadas en varios momentos de su vida. Por ejemplo, la de su niñez y las fotos que circulaban de ella montando su pony, el seguir el contacto con sus caballos hasta el último momento, ese amor, esa pasión que compartimos todos quienes tenemos contacto con los deportes ecuestres. Todo eso nos ha llevado a hacerle honor dándole el nombre al torneo.

En noviembre de 2023 contacté a la señora embajadora Kirsthy Hayes, del Reino Unido, una persona cercana al club y a los deportes ecuestres, para contarle el deseo que teníamos de homenajear a la Reina. La respuesta fue positiva, y así nació la primera edición del torneo en abril de 2024, iniciando el camino del polo femenino en el club junto a Jazmín (Trotz).

¿Qué papel ocupa Hurlingham en este proyecto?

En abril de 2024, las canchas del club realmente fueron una fiesta, en la que hasta participaron jugadoras del Abierto Femenino de Polo y del US Open. Fue una gran fiesta porque eso representó a todo el club: poder recibirlas, organizar distintos eventos como un té, tener DJs, antiguos miembros del club que se acercaban a la entrega de premios en el mítico clubhouse que tenemos.

A partir de ahí nos dimos cuenta, junto con Jazmín, que esto tenía que seguir, que podía ser una realidad. Así que comenzamos a trabajar.

¿Qué crees que aporta este torneo al polo femenino, tanto local como internacional?

Creemos que este torneo aporta mucho al polo femenino, tanto local como internacional. Ayuda a ocupar más espacios, a crecer. Tenemos jugadoras que vienen del exterior, así que estamos convencidas de que despierta un interés y le suma a las jugadoras profesionales al ofrecer una opción más en el calendario oficial de torneos.

Personalmente creo, y siempre creí, que hay que apoyar a las nuevas generaciones, a quienes vienen llegando. Por eso, esto lo tomo como un aporte personal al polo femenino, a las jugadoras profesionales que cada vez toman más importancia.

¿Cómo es trabajar con Jazmín, y qué roles desempeña cada una?

Con Jazmín nos entendemos y nos complementamos muy bien. Trabajar y jugar juntas es un placer. Ella aporta una frescura, llegada y gran presencia en el polo actual por su participación en tantos torneos y por sus amistades. Es de esa nueva generación que aparece y, al mismo tiempo, junto a su familia ha jugado y ha acompañado a su papá por muchas partes del mundo. Todo eso le suma una visión muy buena con sus experiencias.

En mi caso, yo soy abogada corporativa y le aporto ese toque institucional para los sponsors que se suman, para nuestras socias mujeres, y me encargo de la parte logística.

Jazmín Trotz (izquierda) y Amalia Sáenz (derecha).

¿Cómo ves la evolución de la copa a futuro? ¿Algún objetivo en mente para su crecimiento?

La copa llegó para quedarse. El objetivo de esta segunda edición es levantar aún más el nivel de juego, profesionalizarla aún más. Poder ayudar a las profesionales que vengan con sus patronas y darles ese espacio que necesitan para crecer. Queremos que sea una fecha que las jugadoras esperen gran parte del año para participar.

¿Algún mensaje que quieras compartir sobre la importancia del torneo y lo que significa?

Para el club significa la llegada de nuevas alternativas de torneos, con opciones más divertidas, la introducción del té, la introducción de mujeres en las canchas que tradicionalmente fueron habitadas por hombres y también una oportunidad de nueva fecha y alta competitividad entre las jugadoras.

Para mí, personalmente, es la ocupación de un espacio que estaba reservado absolutamente para los hombres. Hay un crecimiento exponencial de mujeres, y lo veo con muchísima satisfacción. Celebro que haya más mujeres en el ruedo del juego.