
Franco Colapinto, el piloto argentino de tan solo 21 años que revoluciona el automovilismo, dibujó su camino desde el campo hasta llegar a la Fórmula 1. En varias oportunidades, destacó la influencia de sus raíces en su personalidad y el modo de enfrentar los desafíos que se presentan.
Criado en Pilar, provincia de Buenos Aires, Franco pasó gran parte de su infancia en el campo, desarrollando su persona entre la naturaleza y los animales. En una entrevista con Agrofy News, hizo alusión a sus tiempos en “Don Alejandro”, recordando con mucho cariño el campo familiar en donde compartió grandes momentos que marcaron su vida: “Me encanta andar a caballo, siempre que vuelvo a la Argentina en verano ando mucho a caballo. Es algo que disfruto un montón y te desconecta un poco, salís de la ciudad, salís de Buenos Aires y te vas al campo unos días.” Además, compartió que, la experiencia de crecer con caballos fue fundamental para el desarrollo de su equilibrio y concentración, construyendo una disciplina que lo acompaña hasta el día de hoy.

Su perseverancia y dedicación marcaron su camino, y no pasó desapercibido. Luego de formar parte del equipo Williams Racing, su carrera tomó un giro que lo dejó posicionado como piloto suplente para Alpine. Sin embargo, hace pocos días se comunicó que Franco se convertirá en titular de la escudería por cinco carreras, al menos.
Es así como actualmente es reconocido como uno de los mejores prospectos del deporte motor, con apuestas sobre su futuro profesional a largo plazo. De esta manera, no solo se presenta como una promesa en la Fórmula 1, sino también como orgullo argentino. Desde Pilar hasta las pistas más prestigiosas de mundo, Franco lleva en su sangre y comparte las tradiciones y valores argentinos a donde sea que vaya.