Hay premios que reconfortan el corazón. Más si uno llegó a conocer a la persona que identifica a ese galardón y lo que representa. Este fue el caso de Álvaro Fernández, jugador oriundo de Monterrey, México, que recibió el Carlos Gracida Sportsmanship Award en La Herradura, California, un premio a la caballerosidad deportiva que recuerda a la leyenda mexicana del polo.
Todo ocurrió ahí, durante el torneo USPA Carlos Gracida International Tournament que disputaron cuatro equipos de 12 goles en plena temporada de verano en el magnífico club de Memo y Megan Gracida. “Yo admiraba mucho a Cacha. Tuve la suerte de jugar con él y contra él, nos volvimos amigos. Nos veíamos seguido en Ciudad de México. Era un tipazo. Recibir algo que lleva su nombre, es espectacular!”, nos cuenta Alvaro, mientras además nos deja unos claros conceptos sobre el deporte y la vida.
¿A qué te dedicas?
Soy empresario, llevo un negocio que fundó mi abuelo.
¿Cómo equilibras tu profesión con el deporte?
Es muy duro pues estoy dedicado a la empresa que es un trabajo muy demandante. Sin embargo, para mí el polo es mi salvación. Es lo que me permite distraerme, estar con mi familia y con amigos, hacer ejercicio. Me gustaría hacerlo más pero por ahora no puedo. Lo único que agregaría es que para jugar así es fundamental tener una caballada top, es la manera de evitar un accidente y poder disfrutar.
¿Hace cuántos años juegas al polo?
Desde pequeño. Mi padre fue uno de los fundadores del Club de Polo Monterrey. Teníamos los caballos ahí mismo en la casa y la cancha estaba a menos de 10 minutos, fue muy natural. Era muy mal polo, pero muy divertido!
¿Qué fue lo que te motivó a iniciarte en este deporte?
Mi padre inicialmente, luego mi hermano y mi sobrino. A los 18 años me fui a Estados Unidos y dejé el polo por unos años. Después mi sobrino Rodrigo me fue animando poco a poco de nuevo.
¿Alguien más en la familia sigue esta pasión?
Ahora tengo dos sobrinos y la esposa de uno de ellos. También mi hija Nadia lo juega.
Actualmente, ¿con qué jugadores juegas frecuentemente?
Tenemos un club en Monterrey, jugamos en familia y con algunos amigos. Todos los años invitamos a algunos profesionales para subir el nivel un poco. Casi siempre Memo Gracida nos ayuda. Jugamos septiembre-noviembre y febrero-mayo.
¿Qué es lo que más disfrutas de jugar en La Herradura?
Absolutamente todo. Las canchas, la organización, el ambiente, el clima, la gente. Se juega un polo muy tradicional, muy abierto, muy divertido. Es muy competitivo pero el ambiente muy sano y divertido.
¿Qué significó para vos ganar el premio Carlos Gracida Sportsmanship?
Es algo muy inesperado, tremendo honor recibirlo en compañía de tanta gente que se lo merece. Además, yo admiraba mucho a “Cacha”. Tuve la suerte de jugar con él y contra él, nos volvimos amigos. Nos veíamos seguido en Ciudad de México. Era un tipazo. Así que recibir algo que lleva su nombre, es espectacular
EL HUARACHE COMPLETO
¿Qué puedes decirnos sobre los demás integrantes del equipo El Huarache?
No había nunca jugado con dos de ellos, Keko Magrini y Luis Saraco. Nos coordinamos muy bien, los cuatro. Memo, Luis y Keko, además de ser grandes jugadores, son muy buenos coequiperos. Algo que me gusto mucho es que continuamente te están enseñando.Luis es un jugador que tiene todo, es muy completo. Keko tiene una habilidad fuera de serie y es muy divertido. Y Memo, pues es Memo… tremendo jugador, capitán coach, maestro y un montón de etcéteras.
Con su hija Nadia comparte la pasión del polo
¿Qué enseñanza te ha dejado Memo Gracida?
Tengo la suerte de conocerlo desde hace muchos años y más suerte de ser amigos. Para mí Memo no solo es polo, es un maestro de la vida. Le tengo un gran aprecio.
¿Qué otros torneos tienes pensado jugar?
Por ahora el Bronce Cup, también en La Herradura con el mismo equipo. Estamos viendo si mi hija Nadia juega la 8 goles aprovechando que están los caballos aquí.