La historia de Segundo Condomí Alcorta, el polista y odontólogo furor en redes

Segundo María “Chura” Condomí Alcorta, de familia polista, es odontólogo y muy activo en redes; sus seguidores lo conocen como “el odontólogo tiktoker” porque comparte consejos y baila para derribar el mito del “odontólogo serio”. En esta divertida entrevista, conversó con PrensaPolo sobre su familia, su vínculo con el polo y su faceta de tiktoker.

Sos odontólogo, tiktoker y también polista, ¿vos cómo te definirías?
Creo que las tres definiciones están bien. Como dicen por ahí, “si lo defino, lo limito”. Soy odontólogo de profesión y vocación; la faceta tiktoker surgió en pandemia, la gente cuando me cruza me dice “el odontólogo tiktoker” o ” el odontólogo que baila”; y el polo, dentro de los deportes que practico, es el que más me apasiona.

Al hacer tantas actividades, ¿cómo te organizas? ¿Cómo es un día tuyo?
Hoy en día estoy abocado a la odontología, tengo una clínica en Buenos Aires. Mis días arrancan bien temprano, hago clínica de 8.30hs a 18.30hs. Durante la semana me gusta tener un tiempo libre para realizar algún deporte, ya sea golf o cuando estoy en La Plata taquear o montar, y estar con la familia.

Con respecto a las redes, sos muy activo y subís mucho contenido relacionado a tu profesión, ¿cómo comenzó esta faceta?
Empecé a subir contenido a las redes durante la pandemia porque tenía muchos amigos que me consultaban acerca de cuestiones odontológicas y ahí comencé a subir contenido para solidarizarme con las personas para que me pudieran preguntar y sacarse las dudas que tuvieran. En su momento, subí un TikTok, que tuvo un montón de comentarios, en el que yo le decía a la gente que si alguien tenía algún problema, me podía consultar. Ese video tuvo miles de visitas y más de siete mil comentarios. Desde aquel entonces comencé a subir contenido mostrando cómo higienizarse bien, qué pasa si tenés un dolor de muela y no podés acudir a un odontólogo y también subí antes y después de los pacientes. Después la idea era mostrar el otro lado del odontólogo, mostrar que la odontología no es solo ese señor grande que te iba a hacer doler, subiendo un baile a TikTok y como tuvo muchas visitas nos pidieron otro y arrancamos a bailar en el consultorio. Hasta el día de hoy lo continúo haciendo porque la gente me lo pide mucho.

¿Cómo te tomás el feedback y los comentarios de tus seguidores, al tener tanta audiencia?
El feedback con los seguidores es muy bueno, tengo muy buenas repercusiones de la gente. Obviamente, siempre hay algún “hater”, pero yo siempre tomo todos los comentarios porque todo suma. Cuando me cruzo a alguien que me conoce siempre hay buena onda y tengo buena relación.

¿Qué te interesa que tus seguidores vean en tu cuenta?¿Pensás el contenido que subís o surge espontáneamente?
Trato de ser genuino, mostrar el día a día. Trato de subir algo de deporte, odontología y de mi vida personal. Obviamente, con la exposición en redes, me invitan a algún evento y eso hay que tomarlo como un trabajo porque aparecen las marcas, que te empiezan a exigir otros requisitos que llevan más tiempo y profesionalismo. La mayoría de las veces, el contenido que subo es espontáneo, tal vez llego a mi casa y surge filmarme con mis nenas o mismo en el consultorio y lo hago, no es que preparo el espacio y las vistas para eso. Yo creo que eso la gente lo ve mucho. Mismo con los bailes, me gustó un baile, lo preparo y lo subo, no es que tengo videos guardados y los voy subiendo.


¿Cuándo empezó tu pasión por el polo?¿Tienes amigos o familiares que también lo practiquen?
El polo arrancó desde que soy muy chico. Mi papá, junto con mis tíos, empezaron con el polo en los 90´. Somos de La Plata, ahí teníamos un campo donde empezamos a jugar, también junto a mis primos. Tengo el recuerdo de ir todos los fines de semana a diferentes canchas de Zona Sur, para acompañar a mi papá, tíos y primos de mi papá. Era una cuestión familiar porque todos jugabamos. También tengo muchos amigos que lo juegan y familiares. Tengo muchos recuerdos en las canchas de polo, taqueando con mi familia. Cuando crecí un poco más, llegamos a jugar las Intercolegiales y torneos por la zona. Después yo fui dejando, pero mis primos siguen y se dedican a eso exclusivamente.

¿Tenés algún jugador al que admires?
El jugador que siempre fue mi ídolo y siempre lo va a ser es Adolfo Cambiaso. No solamente por la forma en la que juega ni por todo lo que representa para Argentina y para el polo, sino también por una anécdota que me pasó cuando era muy chico. A mí me han llevado al Abierto desde que tengo uso de razón y cuando tenía 9 o 10 años, en el 98 ́ aproximadamente, me acuerdo que salí al estacionamiento y me encontré a Adolfito con gente, guardando cosas. Ahí fui corriendo y le pedí un autógrafo, pero no tenía fibrón, así que fui corriendo a buscar uno. Creo que estuve como 10 minutos tratando de encontrar alguna lapicera hasta que una promotora me prestó una. Yo pensé que después de tanto tiempo él ya no iba a estar, pero cuando volví me estaba esperando, ya sin gente, y me firmó una gorra y una remera. Si hasta ese momento era ídolo, después de esa anécdota se convirtió en semi dios (dice entre risas).



¿Cuándo lo prácticas? ¿Dónde?
Generalmente, lo practicamos en La Plata, que tenemos un campo, donde jugamos los fines de semana y también jugamos en muchos clubes de la zona. Igualmente, yo ahora no estoy jugando mucho porque la profesión demanda su tiempo, pero el polo siempre está presente.

¿Qué es lo que más disfrutas de este deporte?
Lo que más disfruto es el contexto que genera porque lo comparto con familiares y amigos. Yo siempre disfruté un montón jugarlo con mi papá, mis tíos, mis primos y amigos. Considero que no es algo que se logre en otros deportes.

¿Tenés pensado jugar algún torneo pronto?
Por ahora no tengo pensado jugar nada. Me habían invitado a jugar el Arena de Beach Polo, pero no se pudo por la movilización de caballos y demás no lo pude organizar bien, pero dentro de poco arranca el calendario nuevamente, trataré de organizarme para participar en alguno. 

Fotos cedidas por el entrevistado.

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