Linda entrevista con Simon Prado, esas que dan ganas sentarse a leer. El flamante ganador de la Royal Windsor Cup con Four Quarters Orange, argentino y de 23 años, disfruta de una actualidad que le sonríe y entre el presente y el recuerdo de sus inicios nos dejó estos interesantes conceptos y formas de ver la vida.
Contanos para qué organización estás jugando y cómo es el equipo.
Estoy jugando para Four Quarters Orange. El equipo está conformado por Simon Arber, que es el jefe; Romilla Arber, su esposa; Igna Negri y Cruz Novillo Astrada.
¿Ya habías jugado con ellos antes? ¿Cómo surgió este año armar el equipo?
Es el primer año que juego con ellos, pero con Simon, hace dos años, ya había jugado una copa de 12 goles en su club y ganamos. En septiembre del año pasado me llamó Matías Ballesteros, su manager, para jugar con ellos los distintos niveles: 8 goles, con sus hijos; 12 goles; 15 goles, que es la Royal Windsor Cup y también para 18 goles. Para mí es una oportunidad buenísima porque Four Quarters es una organización muy buena y tiene el Club Emsworth que es uno de los mejores de Inglaterra.
Si tuvieras que definir dentro de la temporada inglesa a la Royal Windsor Cup, ¿cómo lo harías?
Me animo a decirte que la Royal Windsor Cup está entre los tres o cuatro mejores torneos de Inglaterra, por su prestigio y trayectoria. Cualquier polista que compite acá desea ganarla. Personalmente, yo soñaba con jugar esta copa. Creo que todos los jugadores quieren participar y ser competitivos en esta copa. Este año tuvo 21 equipos y sólo hay un ganador, por lo que uno a lo que apunta es a ser competitivo y estar en un buen nivel para darse el lujo de ganarla.
Y hoy con el diario del lunes, ¿si tuvieras que hablar de lo que fue ganarla?
Ganar esta copa fue impresionante, una gran experiencia. Miro para atrás y fue un camino largo, cada partido lo vivimos como una final, por lo competitiva que es y por las ganas que teníamos de ganarla. Esta copa la trabajamos mucho como equipo, conocimos nuestras ventajas y nuestras desventajas desde el principio y las entrenamos para que jugarán a nuestro favor. La clave fue el trabajo en equipo y estar en cada detalle, desde la organización de los caballos hasta la planificación de los partidos. Creo que somos un equipo normal que trabajó mucho y eso dio resultado.
Encima de todo, sacas manta BPP. ¿Qué significa eso para vos y para tu grupo?
Para mí, como fanático de los caballos, es el premio más lindo porque reúne muchas cosas. Por un lado, la felicidad de los petiseros, con los que trabajamos hace muchos años y fuimos aprendiendo juntos. También mi esfuerzo por montarme y buscar caballos, eso también es muy lindo. Tener este reconocimiento en semejante torneo es impresionante. Esta yegua, Valiente, se la compré a Diego Lafuente. Con su familia venimos trabajando hace varios años juntos y siempre nos ayudamos mutuamente. En la final me permitieron jugar con tres yeguas de ellos, que son mis tres mejores yeguas.
De la Ruta 5 y con mucho esfuerzo llegas y conquistas el mediano en Inglaterra… ¿te acordás de aquel primer torneo de chico que jugaste en Trenque?
Sí, me acuerdo perfectamente. La primera copa que jugué fue la Quico Zubía en 2008 con Salva Jauretche, Jero del Carril y Manu Sunblad. Ese fue el inicio, hoy miro para atrás y fueron muchos años de trabajo, no sólo míos, sino también de mi familia por los entrenamientos, viajes, etc.
¿Cómo sigue tu año de acá a diciembre?
Me quedo acá en Inglaterra hasta septiembre para competir en todo lo que es mediano hándicap. Después me vuelvo a Argentina, donde estaré jugando la Municipalidad y ojalá la Cámara. Este premio es un incentivo enorme para seguir con más ganas y fuerza en todo lo que se viene. Es un poco así el deporte, a veces te pega cachetazos y a veces te premia. Siempre para adelante, para atrás sólo para tomar envión.
Fotos, Pablo Ramirez