Alberto Pedro Heguy. Su nombre es sinónimo de leyenda, una leyenda que va más allá de su deporte, el polo; el polo que lo vio campeón en Palermo tantas veces, con 17 copas levantadas. Alberto Pedro Heguy, el que fuera integrante del mítico Coronel Suarez, junto a su hermano Horacio más los dos hermanos Harriott, Juancarlitos y Alfredo, uno de los miembros fundadores de la Asociación Argentina de Caballos de Polo, el legendario Alberto Pedro, cumplió 82 jóvenes años este 26 de enero de 2023. (Por Alejandra Ocampos)
Dedicado hoy a la “vida de contemplación”, como suele referirse con su habitual tono bromista y divertido, Alberto Pedro Heguy es hombre de consulta permanente; infaltable tanto durante la Triple Corona como en la Rural, donde muchos de sus caballos – su vida y su pasión – han sido premiados. Veterinario de profesión, y el primer polista con título universitario que ganó Palermo, Alberto Pedro disfruta de la vida con esa energía y sonrisa contagiosas, siempre charlando y compartiendo sus historias y sus anécdotas, y por supuesto, los pormenores de lo que se ve en la cancha. Para quien esto escribe, es un lujo, un orgullo y un placer conversar con Alberto Pedro Heguy, hijo, padre y tío de campeones de Palermo, y futuro abuelo de campeones en la Catedral. La familia Heguy, de estirpe polera, casi de la realeza.
Y si hablamos de realeza, como no podía ser de otra manera, Alberto Pedro supo codearse con verdaderos royals, que, como si fuera poco, eran sus más ávidos fans, en los tiempos de Coronel Suárez. Uno de ellos, el Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo, apasionado del polo y que llegó a la Argentina en 1966, para el Abierto de Hurlingham, y luego de ganar su segunda Gold Cup en Inglaterra con su equipo, Windsor Park. Así, Felipe se dio el lujo de jugar junto con su admirado Alberto Pedro. Pero dejemos que sea él mismo quien, con su memoria privilegiada, nos cuente que pasó en esa ocasión.
“En 1966, la Asociación Argentina de Polo nos llamó a Daniel González, Horacio y a mi para jugar con el Príncipe Felipe en el Abierto de Hurlingham, entonces limitado a 30 goles. Nosotros le dimos los caballos al Príncipe, que además era un muy buen jugador. Llegamos a la semifinal, y nos tocó enfrentar a un equipo inglés, con lord Patrick Beresford, gran amigo del Príncipe. Nosotros nos preocupamos ya que, al chocar contra un equipo inglés, el Príncipe iba a ir a menos. Pero antes del partido, nos reunió a todos y nos dijo: ‘quiero aclararles que tengo especial interés en ganar hoy’. Y le ganamos por 15 a 5 a un equipo inglés muy poderoso, y el Príncipe jugó un gran partido”.
Nada en este mundo se consigue sin una buena dosis de trabajo y sacrificio; trabajo y sacrificio fueron las bases de la exitosísima carrera de Alberto Pedro Heguy, en una época en que los polistas vivían en sus pueblos y venían a Buenos Aires tras manejar horas en la ruta, a juntarse para un par de prácticas, charlas y estrategias de juego, unos días u horas antes de salir a la cancha. Lejos, muy lejos del hiper profesionalismo de hoy, Alberto Pedro Heguy encarna esos valores que hacen del polo un deporte único.
Junto a su familia – su más grande logro, como él mismo dice – pasa la mayor parte del tiempo en su lugar en el mundo, Intendente Alvear, La Pampa, donde lo acompaña su inseparable esposa Silvia y rodeado de sus hijos, sus nueras y sus nietos. Feliz, se divierte jugando con estos adolescentes, a quien el orgulloso abuelo los ve ya como “chicos de a caballo”.
Podríamos estar días enteros hablando de este hombre único y especial; pero hoy, desde Prensa Polo queremos desearte, querido Alberto Pedro un muy muy feliz cumpleaños!
Texto: Alejandra Ocampo.
Fotos: Paz Manau, Crhistian Grosso, Archivo El Grafico y La Nación Nota publicada en enero 2020 y actualizada en enero 2022.